Los videojuegos pueden tener un impacto positivo en el desarrollo de habilidades cognitivas, como la atención, la memoria, la resolución de problemas y la flexibilidad mental. Sin embargo, es importante mantener un equilibrio saludable y jugar de manera moderada, evitando el exceso de tiempo de juego y eligiendo juegos apropiados para la edad y el nivel de desarrollo. Al hacerlo, los videojuegos pueden ser una herramienta valiosa para potenciar y mejorar las habilidades mentales de las personas en diferentes etapas de la vida.