Microsoft y Bethesda, ¿una combinación perfecta?
Microsoft ha adquirido Zenimax Studios y, por tanto, se ha convertido en propietario de Bethesda y de los diversos estudios de desarrollo que gravitan a su alrededor. Tras un poco de desmentidos varios de que Microsoft quería intentar repetidamente hacerse con Bungie, he aquí el giro que nadie hubiera imaginado. Porque es cierto que la marca Xbox pretende expandirse con la adquisición de varias casas de software de cierta envergadura, pero nadie hubiera apostado nunca por el golpe noventero que se anotó Microsoft.
No sabemos si la infundada noticia sobre Bungie fue un movimiento para cubrir una operación más grande y exigente como la que se produjo el año pasado, pero tan sensacional traspaso sigue haciendo ruido incluso horas después de la confirmación de la adquisición. Cabe preguntarse qué pasará ahora con Bethesda y qué estrategia adoptará Microsoft para la distribución en otras plataformas, preguntas todas ellas a las que intentaremos dar respuesta en este especial dedicado a los dos principales protagonistas de una historia destinada a ser discutida durante mucho tiempo.
¡Cállate y toma mi dinero!
Puede que para Bill Gates sean rápidos, pero los 7.500 millones de dólares que han ingresado en las arcas de Zenimax Studios siguen siendo una cifra alucinante con la que los simples mortales sólo podemos soñar. Microsoft se ha asegurado así la actuación de Bethesda y todos sus estudios de desarrollo tal como lo es Bethesda Softworks, ZeniMax Online Studios, Roundhouse Studios, id Software, Tango Gameworks, Arkane Studios y MachineGames.
Un acuerdo que, casualmente, se hizo oficial el día antes de la apertura de las reservas de las series X y S de Xbox. Vaya, ¡qué casualidad! Claramente sorprendente fue la noticia de la adquisición, inesperada, así como que el cheque acabara en las arcas de Zenimax, pero no es la primera vez que el gigante de Redmond incorpora casas de software al son de millones y miles de millones.
En los últimos años, Phil Spencer y su equipo se han esforzado por identificar aquellos estudios a los que acoger bajo el ala protectora de la familia Xbox, también para llenar un parque de exclusivos que todavía es un poco débil si se compara con el de los históricos rivales de PlayStation. Cuando se trata de Microsoft, siempre hay que tener en cuenta que Bill Gates dispone de una reserva de dinero casi infinita, lo que permite a la división Xbox realizar importantes inversiones en un sector que todavía genera no pocos beneficios para la compañía americana con sede en Redmond.
Esta venta aún está destinada a hacer ruido y podría abrir el apetito tanto de Sony como de la propia Microsoft, que hace tiempo que entendió que las exclusivas son tan importantes como los servicios y el hardware. El dinero no dará la felicidad, pero permite hacer adquisiciones multimillonarias como la de Zenimax Studios, sobre todo si es una empresa como la de Bill Gates la que las completa, que podría sin demasiados problemas resolver también el problema de fondo y adquirir por completo la división de juegos. Sony, o casi. Desde luego, a Bill Gates no le falta dinero, ni tampoco la ambición de establecerse en el sector del entretenimiento de los videojuegos.