Monitores gamer: Guía para elegir la mejor resolución y tasa de refresco
¿Qué es la resolución y por qué importa?
La resolución hace referencia a la cantidad de píxeles que el monitor puede mostrar. Cuantos más píxeles, más detalles se ven en pantalla. Las resoluciones más comunes en el mundo gamer son:
- Full HD (1920 x 1080): aún es el estándar más popular, especialmente en monitores de hasta 24 pulgadas. Ideal para quienes priorizan fluidez y buenos FPS (cuadros por segundo).
- Quad HD / 2K (2560 x 1440): el equilibrio perfecto entre calidad visual y rendimiento. Ofrece una imagen mucho más nítida que el 1080p sin exigir tanto hardware como el 4K.
- Ultra HD / 4K (3840 x 2160): la mejor calidad de imagen, pero también la más demandante. Solo recomendable si tenés una GPU de gama alta.
Consejo: Si tu hardware es limitado, es preferible optar por una menor resolución y mayor tasa de refresco para asegurar una experiencia fluida.
¿Qué es la tasa de refresco y cómo impacta en los juegos?
La tasa de refresco, medida en Hertz (Hz), indica cuántas veces por segundo el monitor actualiza la imagen. Cuanto mayor sea la frecuencia, más suave se verá el movimiento en pantalla. Las opciones más comunes son:
- 60 Hz: estándar en monitores convencionales. Aceptable para gaming casual, pero puede quedarse corto en juegos competitivos.
- 120 Hz – 144 Hz: el nuevo mínimo para gamers serios. Ofrece una gran mejora en fluidez, especialmente en shooters y juegos de ritmo rápido.
- 240 Hz o más: pensado para eSports y jugadores competitivos extremos. El movimiento se siente ultra suave, aunque se requiere hardware de alta gama y no todos los juegos sacan provecho.
Importante: La tasa de refresco solo sirve si tu PC es capaz de generar suficientes FPS para acompañarla. De nada sirve un monitor de 240 Hz si tu GPU solo entrega 80 FPS.
¿Qué conviene más: resolución o tasa de refresco?
Depende de qué tipo de jugador seas:
- Jugás competitivamente (shooters, MOBAs, battle royale): priorizá tasa de refresco. Mejor un monitor 1080p a 144 Hz que uno 4K a 60 Hz.
- Sos un gamer más casual o te gusta jugar a juegos inmersivos (RPGs, aventuras gráficas, simuladores): podés sacrificar algo de refresco por más calidad de imagen. En este caso, un monitor 1440p o 4K a 60/75 Hz puede ser ideal.
- Usás el monitor también para edición, diseño o ver películas: buscá un equilibrio entre resolución y tasa de refresco. Un 1440p a 120 Hz puede darte lo mejor de ambos mundos.
Otros aspectos a tener en cuenta
- Tiempo de respuesta: cuanto menor, mejor. Para gaming, lo ideal es un tiempo de respuesta de 1 ms o 2 ms.
- Tipo de panel: los TN son más rápidos pero con peor color y ángulos de visión. Los IPS ofrecen mejor imagen, y los VA tienen buenos negros, pero suelen ser más lentos.
- Tecnologías como G-Sync o FreeSync: sincronizan los FPS con la tasa de refresco para evitar cortes o parpadeos en la imagen.